Los perros que se utilizan en las terapias son mascotas que mejoran tu salud proporcionándote apoyo emocional. Puedes entrenar a tu perro para que sea un perro de terapia y que te dé apoyo emocional a ti y también sirva para los demás. Estos perros viven en las casas de las personas pero también pueden visitarlas en diferentes entornos, como en residencias de ancianos, escuelas, en residencias para los cuidados paliativos y también, en los hospitales.
Estos perros están entrenados para ser amigables y protectores, permiten que otras personas les abracen y les acaricien aunque no les conozcan. Son perros pacientes que toleran bien el comportamiento de los niños. Además de los perros, también existen otros animales que se utilizan para este tipo de terapias, como los gatos, los pájaros, los conejos, entre otros.
La diferencia entre los perros de terapia y los perros de servicio
Es posible que también hayas oído hablar de perros de servicio, pero son diferentes de los perros de terapia.
Los perros terapia ayudan a mejorar la salud mental de una persona dándole atención y comodidadLos perros de servicio
Están entrenados para realizar tareas específicas en nombre de sus dueños. Reciben un entrenamiento de alto nivel, que se orienta a unas tareas específicas como ayudar a sus dueños a superar discapacidades o ayudar a los policías o a los bomberos en diferentes tareas de servicio.
Los perros de terapia
Estos perros ayudan a mejorar la salud mental de una persona dándole atención y comodidad. Sus dulces comportamientos y su amor incondicional pueden tener un beneficio terapéutico para aquellos que enfrentan desafíos de salud difíciles. Sin embargo, a diferencia de los perros de servicio, cualquiera puede disfrutar de un perro de terapia.
Cómo los perros de terapia pueden mejorar su salud
Se sabe que algunos problemas de salud mental y trastornos psiquiátricos responden bien a los perros de terapia. Los pacientes diagnosticados con una variedad de problemas, como depresión, trastorno bipolar, autismo, TDAH, trastorno de estrés postraumático e incluso la enfermedad de Alzheimer se benefician de su interacción con las mascotas de terapia.
A veces, los desafíos emocionales son el resultado de problemas de salud física, y los perros de terapia también pueden ayudarlos. Los expertos sugieren que los pacientes que se están recuperando de una cirugía difícil o un accidente grave que pasan tiempo con mascotas pueden curarse más rápidamente. Los estudios han demostrado que tales interacciones pueden aumentar la hormona oxitocina y la dopamina que estimulan el estado de ánimo y disminuir la hormona del estrés cortisol.
Cualquier raza de carácter suave de perro puede considerarse un perro de terapia ¿Qué tipo de perros pueden ser perros de terapia?
Cualquier raza de carácter suave de perro puede considerarse un perro de terapia con un poco de entrenamiento. Las razas más grandes como los perros San Bernardo y los labradores se utilizan comúnmente como perros de terapia. Pero las razas más pequeñas como Poodles y Pomerania son buenas elecciones cuando el perro y el paciente comparten un espacio pequeño y el perro está bien entrenado.
La buena conducta del perro puede ser parcialmente una función de su raza, pero depende principalmente de cómo se cría al perro y de la uniformidad con que se desarrolla su temperamento. Antes de ser aceptados como animales de terapia, los perros son examinados y observados por la respuesta que tienen a los estímulos, como por ejemplo a los ruidos fuertes.
¿Puedes tener tu propio perro de terapia?
Si queres tener más información sobre cómo tener un perro de terapia para ayudarte a ti mismo a un ser querido, hay varios que puedes tener en mente. Puedes buscar en Internet cerca de la localidad en la que te encuentres y enterarte de las organizaciones que se encargan de entrenar a los perros.
Sin lugar a dudas es un entrenamiento que tu perro agradecerá porque vivirá con emociones más estables y tú podrás disfrutar de tu perro a niveles que no te podrías ni imaginar.
