Todos hemos pasado por experiencias traumáticas y desagradables pero seguro que hay una cosa en la que estamos de acuerdo y es que vomitar es una de las cosas más desagradables por la que hemos pasado. Vomitar no siempre conlleva el estar enfermo, ya que es una reacción natural del cuerpo cuando siente que hay algo 'malo' dentro de nuestro estómago.
A pesar de que esto no es plato de buen gusto para nadie, hay un pequeño porcentaje de la población (se estima que un 5%de la población mundial), que siente un temor intenso al vomitar y todo lo que conlleve acabar de esta catastrófica manera. Este fenómeno se llama emetofobia, una fobia muy específica y de la cual se hablará durante este artículo.
¿QUÉ ES LA EMETOFOBIA?
La emetofobia es un tipo de afección psicológica que se encuentra dentro de los trastornos específicos de ansiedad. Como el resto de las fobias, se caracteriza por un temor irracional y profundo hacia un objeto, persona o situación que afecta a la persona.
Es este caso en concreto, se presenta un temor exagerado e incontrolable hacia cualquier situación relacionado con el vómito y, por miedo a esto, hay personas que pueden llegar a modificar sus dietas, evitar el comer o el embarazo para no tener ningún riesgo de sufrir náuseas o vomitar.
No es algo que desaparezca de un día a otro ya que no solo está relacionado con que la propia persona vomite, sino que también les afecta el hecho de que otras personas vomiten, las náuseas o el escuchar la palabra 'vomitar'.
No hay un perfil en común, aunque se estima que de ese 5% de la población total con emetofobia un 80% son mujeres y es independiente de la edad o el origen. La única característica en común que tienen estas personas es una personalidad ansiosa y que cuando se encuentran en hospitales, centro de salud o rodeados de personas enfermas, su nivel de nerviosismo y tensión aumenta por miedo a que estos puedan acabar vomitando.
Aunque a mucha gente le parezca un miedo absurdo o considere que es algo exagerado ya que todos vomitamos y a todos nos causa una sensación de malestar, para las personas emetofóbicas supone un importante peligro para su salud, ya que modifican su alimentación y a veces, puede llegar a causar anorexia por no ingerir la comida necesaria.
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?
Aunque sea una tarea texto enlacedifícil el especificar la causa exacta de una fobia, en el caso de la emetofobia se cree que es debido a la vivencia de situaciones desagradables o malas experiencias como el haber contraído un virus estomacal en el pasado.
A pesar de que esta es la principal causa, no se niega la existencia de otras causas que la persona asocie con situaciones dramáticas o traumáticas, lo que hace que los investigadores piensen que pueda haber también una predisposición genética o que sea a causa de un aprendizaje por imitación, por ejemplo, que uno de tus padres tenga emetofobia y tú adquieras esa misma fobia solo por el hecho de haber convivido con ella.
¿QUÉ SINTOMATOLOGÍA PRESENTA?
La emetofobia comparte el mismo cuadro clínico que el resto de las fobias o trastornos de ansiedad. Podemos dividir los síntomas en:
- Síntomas físicos. Se produce una hiperactivación del sistema nervioso como consecuencia de cualquier estímulo relacionado con el vómito. Algunos síntomas físicos característicos son el aumento de la respiración, una sensación de falta de aire, sudoración, mareos, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, e incluso la pérdida del conocimiento.
- Síntomas cognitivos. Se caracteriza por un conjunto de pensamientos, creencias o imaginaciones sobre posibles peligros o daños que la simple acción de vomitar puede causar. Estos pensamientos deformados surgen de manera incontrolable y de forma irracional y a esto, se le suman una serie de imágenes mentales que hacen que el miedo aumente.
- Síntomas conductuales. Las principales conductas que se observan son la evitación o el escape. La primera trata de evitar todos los comportamientos que causen el vómito, como se ha dicho anteriormente, la persona puede dejar de comer, comer muy lento o seleccionando alimentos. En la segunda, el escape se dará cuando la persona emetofóbica no haya podido evitar una situación de riesgo por lo que buscará diferentes maneras para escapar de esa situación cuanto antes.
¿HAY ALGÚN TRATAMIENTO ESPECÍFICO?
Existen multitud de terapias psicológicas que pueden resultar efectivas, aunque la que mejores resultados tiene es la terapia cognitivo-conductual. Esta terapia se compone de tres actuaciones diferentes. La primera parte consiste en una reestructuración cognitiva para modificar las creencias y pensamientos deformados de la persona. Lo sigue el uso de una desensibilización sistemática por la cual la persona se enfrenta de forma paulatina al estímulo y esto puede ser de forma directa o indirecta a través de la imaginación. Por último, todo esto va acompañado por un perfeccionamiento en las habilidades de relajación que permiten una disminución de los niveles de excitación del sistema nervioso y permite que la persona emetofóbica se enfrente a la situación de riesgo que, en este caso, sería el vómito.
Aunque la terapia cognitivo-conductual sea la que mejores resultados ofrece, hay casos en los que la emetofobia resulta muy molesta e incluso peligrosa para la persona que la sufre por lo que sería aconsejable una intervención psicológica, más allá de la terapia anteriormente mencionada, para que disminuya la intensidad de los síntomas hasta el punto de hacerlos desaparecer. También es muy común la hipnoterapia.
Al igual que tenemos terapias que resultan efectivas, también tenemos tratamientos erróneos. Esto se debe a la desinformación sobre este tipo de fobia, la cual está catalogada como 'otras', que hace que los médicos diagnostiquen la emetofobia como un trastorno alimenticio o un trastorno obsesivo-compulsivo.
10 DATOS CURIOSOS SOBRE LA EMETOFOBIA
- El miedo al vómito está relacionado con el miedo a perder el control. El principal miedo es el no poder controlar su propio cuerpo o que el vómito dure para siempre.
- No sin su equipo de seguridad. Este equipo incluye antiácidos, pastillas de menta, bolsas para el mareo y audífonos para evadirse de situaciones de riesgo.
- Beben alcohol en pequeñas cantidades o lo evitan por completo por miedo a posibles resacas, náuseas o terminar vomitando.
- La textura de algunos alimentos provoca náuseas. Algunos emetofóbicos evitan a toda costa el comer algo que esté crudo o inspeccionan minuciosamente cada alimento antes de comerlo.
- Pueden evitar el salir al exterior por miedo a contraer algún virus estomacal.
- Hace que sociabilizarse sea difícil. Muchas personas con emetofobia evitan salir a comer fuera de casa por miedo a vomitar en público, la comida del sitio elegido o la limpieza del restaurante.
- Evitan viajar. Esto es como consecuencia de miedo a posibles mareos y si viajan, intentan que sea lo más cercano a su casa por si tienen que regresar en cualquier momento.
- Evitan estar cerca de personas con gripe. Cuando un ser querido suyo tiene gripe, les es muy difícil cuidar de ellos pues su primer impulso es ponerse en cuarentena y lejos de la persona con gripe.
- Para otros,cuidar de algún ser querido les es todo un reto. Para algunas personas con emetofobia el ser padres les ha ayudado mucho a que su fobia se reduzca o desaparezca. El instinto paternal es más fuerte que cualquier miedo.
- No es un trastorno para siempre. Muchas de estas personas consiguen dejar atrás su fobia gracias a terapias o medicamentos que reducen sus ataques de pánico.