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EL LADO BUENO

Cómo desarrollar la resiliencia

Cómo desarrollar la resiliencia
María Isabel Baena González
Última actualización: 15 Febrero 2018
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La resiliencia es la capacidad de sobreponernos a las situaciones adversas y sacar de ellas algo positivo, algo que cambia tu manera de gestionar la vida.

Si hay una capacidad que absolutamente todos los seres humanos deberían llevar a la práctica durante su vida, esta es sin duda la resiliencia. Y es que aunque esta sea una cualidad bastante desconocida, y de la que se hable muy poco a nivel general, es una de las capacidades que más se debería priorizar en el crecimiento personal. Porque la resiliencia es el nombre que recibe esa posibilidad que tienen los seres humanos para adaptarse a las situaciones adversas que van apareciendo a lo largo de su vida.

En un primer momento, se consideró que la resiliencia era una condición que los seres humanos ya traían sin necesidad de trabajarla, que incorporaban desde el nacimiento. Poco a poco, la definición de este término fue cambiando y, a partir de la década de los sesenta, se empezó a ver la resiliencia como una capacidad que los seres humanos iban desarrollando a lo largo de toda su vida. Hay muchos y muy variados estudios al respecto de la resiliencia, aunque si hay algo a lo que se ha llegado como conclusión es que esta es una capacidad fundamental a la hora de conseguir una vida plena. Porque gracias a la resiliencia, la adversidad será vista como algo positivo.

Una persona que tenga esta habilidad será capaz de gestionar su vida de una forma totalmente diferente. Verá los posibles traumas cómo un desafío, como algo a solventar, un proceso que le llevará a ser una persona diferente, más fuerte. Hay distintas circunstancias que afectan al desarrollo de la resiliencia de cada persona, haciendo que esta sea mayor o menor; depende mucho del contexto, de la familia, de la educación que se reciba y, sobre todo, de la autoestima que cada persona tenga. No obstante, como capacidad que es, la resiliencia puede desarrollarse diariamente. ¡Y todo el mundo puede conseguirlo!

La resiliciencia te ayuda a sacar algo positivo de las situaciones más negativasLa resiliciencia te ayuda a sacar algo positivo de las situaciones más negativas

Es una capacidad que se puede desarrollar

La resiliencia es fundamental a la hora de enfrentarse a cualquier tipo de adversidad, puesto que será lo que nos haga ver esta adversidad como algo positivo. Para conseguir desarrollar esta capacidad, es muy importante trabajar la autoestima. Esto puede ser relativamente complicado cuando una persona es adulta y tiene una concepción bastante pobre de sí misma, es por eso que se recomienda que la autoestima se trabaje desde que los niños son pequeños.

Pero, entonces, ¿qué hacemos si somos adultos y no nos consideramos una persona resiliente? ¿Abandonar? ¡Ni mucho menos! Como ya se ha señalado, la resiliencia no deja de ser algo que puede trabajarse. Puede que sea difícil, que conlleve tiempo, pero no es para nada imposible. Lo primero que debes hacer si quieres convertirte en una persona resiliente es trabajar en ti mismo: analizar todos tus puntos fuertes y, a su vez, tus puntos débiles. Cuando te conoces, cuando eres realmente consciente de lo que eres capaz de alcanzar, también podrás ponerte metas que alcanzarás sin demasiado problema. Serás más objetivo contigo mismo, y eso hará que no te pongas el listón en un punto al que no podrás llegar. No implica que desprecies todas tus metas, o que creas que todo lo que has soñado hasta ahora no era más que un imposible, sino reestructurar tus objetivos e ir adaptándolos a tu vida.

Una vez que eres consciente de tus potencialidades y de todos esos obstáculos a los que tendrás que hacer frente, también serás capaz de confiar en tus propias capacidades, porque ya sabrás cuáles son. Sabrás que una adversidad no será un problema grave para ti, sino algo que te hará crecer y que hará que tus potencialidades aumenten.

A todo esto hemos de sumarle la objetividad. Y es que para ser resiliente, debes ver la vida con la máxima objetividad posible (algo para lo que te ayudará los pasos que ya hemos mencionado anteriormente). Esto no implica ser negativo, sino todo lo contrario: es mantenerte dentro de la positividad, pero sin olvidar que puede haber alguna adversidad externa a ti que no puedas controlar, y a la que tendrás que adaptarte.

Para poner en marcha tu resiliencia es normal que necesites la ayuda de los demásPara poner en marcha tu resiliencia es normal que necesites la ayuda de los demás

Además de la confianza en ti mismo, debes trabajar la creatividad. Ser creativo no es solo dibujar o escribir, sino también saber sacar provecho incluso de las situaciones más duras. Cuando una persona es creativa y tiene imaginación, puede ver que un despido o un suspenso no es el fin del mundo, sino la posibilidad de encontrar un nuevo trabajo o de rehacer algo que no salió bien.

La resiliencia se alcanza con trabajo

No obstante, la resiliencia no es algo que dependa solo de uno mismo, sino que depende también del entorno. Mas esto no implica que debamos olvidar que nosotros podemos influir en nuestro entorno, porque esto nos llevaría a desentendernos del mismo. Una persona resiliente es consciente, por ejemplo, de que rodearse de personas negativas y tóxicas solo le hará mal a largo plazo; es por eso que acaban evitando a este tipo de personas, creando a su alrededor un ambiente sano y que les ayude a desarrollarse como persona.

Hay puntos que no deben olvidarse jamás a la hora de tratar de desarrollar la resiliencia, y uno de ellos es que habrá sucesos, a lo largo de tu vida, que no podrás controlar. Las enfermedades, los accidentes, las desgracias, las decisiones que dependen de otra persona... Todo esto son circunstancias que no puedes controlar y que, por tanto, debes aprender a dejar pasar. El punto medio es, pues, saber qué hay que dejar pasar y en qué se debe intentar influir. Hay que ser flexible, dejarse mecer por el aire en según qué momentos y saber cuál es el objetivo a largo plazo.

Por último, aunque no por ello menos importante, para desarrollar la resiliencia es importante saber que la ayuda de fuera puede llegar a ser necesaria en según qué momentos. Cuando una persona resiliente pasa por un momento duro o complicado, sabe que no será capaz de superarlo sola y no duda en buscar ayuda, ya sea de un amigo o de un profesional. Porque sabe que buscar ayuda es algo positivo, ¡y no un síntoma de debilidad!

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