Es inevitable... las redes sociales levantan envidias, sobre todo cuando te comparas con los demás y parece que sus vidas son mucho mejor que la tuya. Debes recordar que las personas solo publican en sus redes lo que quieren que otros vean, por lo que no publicarán aquello de lo que se avergüenzan y ni mucho menos publicarán sus problemas cotidianos.
Por eso, ha llegado el momento de que conviertas la envidia de las redes sociales en motivación para tu vida. Solo de esta manera te darás cuenta de que tu vida es tuya y que no tienes por qué compararte con los demás. Tú eres el protagonista de tu vida, y además... lo más importante que ocurre en tu día a día no es necesario que lo publiques para que otros lo vean, ¿verdad? No necesitas "likes" para disfrutar y ser feliz.
Piensa en tus propias redes socialesPiensa en la realidad
La mayoría de las personas que no comparten su vida épica falla en las redes sociales. Las personas tienden a presentar los 'puntos destacados' de sus vidas. Entonces, cuando nos comparamos con otros en las redes sociales, no es una comparación justa... ni real. Sin embargo, a veces las cabezas más frescas y racionales no prevalecen cuando se enfrentan a fotos impresionantes que al mismo tiempo deslumbran y desaniman. Incluso para la persona más sensata, es muy fácil olvidar que las redes sociales son una versión distorsionada y filtrada de la vida.
Piensa en tus propias redes sociales, ¿reflejan tu vida perfectamente? Probablemente no. Si tus publicaciones no representan una imagen completamente precisa de tus propios problemas, las probabilidades son las fuentes de otras personas tampoco. Recordar que todos diseñamos nuestras redes sociales con carretes destacados personales, no con nuestros errores o faltas, puede ayudar a darte una perspectiva cuando te sientas insatisfecho junto a la vida aparentemente fabulosa de otra persona.
La gratitud reduce el estrésReplantea tu perspectiva
Al igual que las redes sociales representan una realidad distorsionada, tus pensamientos que resultan del ver todo eso también pueden distorsionarse. Por ejemplo, cuando tu amiga publica fotos de sus educados y obedientes niños en edad preescolar, puedes llegar a la conclusión de que tú eres un padre terrible porque tus hijos no se comportan como unos ángeles todo el tiempo. Esto es lo que se llama una distorsión cognitiva, un pensamiento o creencia irracional, falsa o inexacta, y puede hacerte sentir muy mal si lo permites.
Para contrarrestar estos patrones de pensamiento corrosivo, es necesario hacer una reestructuración cognitiva, es decir, tratar de ver una situación de manera diferente. Por ejemplo, si te sientes mal porque tu hijo pequeño está teniendo rabietas sin parar cuando el hijo de todos los demás parecen ser angelicales en las redes sociales, puedes replantearte cognitivamente cómo te sientes al reconocer que es apropiado para el desarrollo de tu hijo afirmar su independencia.
Aumentar tu conciencia acerca de las distorsiones cognitivas puede requerir cierta práctica, pero con el tiempo, desarrollarás un radar personal y aprenderás a replantear las creencias inadaptadas en pensamientos más saludables y basados en la realidad.
Las comparaciones sociales son más beneficiosas cuando se usan como inspiraciónEnfócate en lo que es bueno en tu vida
En medio de una avalancha de mensajes perfectos que te recuerdan lo que te estás perdiendo, es difícil recordar todas las cosas buenas que ya tienes. Reflexionar y estar agradecido por lo positivo en tu vida es esencial cuando se trata de contrarrestar el impacto negativo de las redes sociales. Un poco de gratitud es necesario en tu vida.
La gratitud reduce el estrés y los sentimientos depresivos al tiempo que aumenta la satisfacción general, el bienestar y la motivación para mejorar uno mismo. Es por eso que debes contar tus cosas buenas todos los días. Intenta escribir una carta de agradecimiento a un amigo que te haya apoyado o escribe un diario diario de gratitud.
Convierte la envidia en motivación
La comparación puede ser el ladrón de la alegría cuando te juzgas a ti mismo como si no estuvieras a la altura, pero no tiene por qué ser así. De hecho, un poco de envidia podría ser justo lo que necesitas para poner en marcha tus metas de superación personal.
Las comparaciones sociales son más beneficiosas cuando se usan como inspiración. En algunos casos, puede ser motivador compararse con alguien. Por ejemplo, podrías estar en un equipo de carrera y comparar tus tiempos de carrera con otros compañeros de equipo. Al hacerlo, estás motivado para mejorar tu propio rendimiento. Así que la próxima vez que sientas que el monstruo de la envidia asoma su fea cabeza, canaliza esa energía hacia vibraciones positivas que te estimularán.
