Perder a un hijo se puede considerar antinatural. Cuando alguien cercano muere pero tiene una edad avanzada, las personas se consuelan pensando en que ha vivido una buena vida y saben que la vida es parte del proceso natural de la vida. En este caso, el duelo es más 'fácil' de superar. Pero esto no es así cuando se trata de la muerte repentina de un niño.
Los padres que pierden a un hijo, no encuentran sentido a esa injusticia, como el cruel destino se lleva tan rápido y sin previo aviso a la razón de su existencia. Si estás sufriendo este tipo de pérdida en tu familia, entonces no te pierdas estos consejos que pueden ayudarte a ti y a tu familia. Aunque no se pueda superar realmente nunca, hay que aprender a vivir con ello.
Permaneced unidos en familia
Debes mantenerte unido/a como una familia, apoyándoos en estos momentos de dolor e incertidumbre. Mientras que hay familias que necesitarán tener momentos privados para superar el dolor, también se puede encontrar el apoyo en otros. Tus familiares pueden ayudarte a recordar que no estás solo en este dolor. Usa la fuerza del sentido de pertenencia de tu familia para ayudarte a manejar el dolor tan profundo en tu corazón.
Es importante que la familia se mantenga unida pese al dolorAcepta ayuda
No te cierres en banda. Deja abierta la puerta para que los miembros de tu familia y amigos puedan ayudarte. Permite que te ayuden haciéndote comidas, cuidando a tus otros hijos cuando sea necesario y para escucharte cuando necesites hablar.
Las tareas diarias no se hacen solas, por lo que si hay amigos o familiares que se ofrecen a echarte una mano, no la niegues. Si no se ofrecen a ayudarte pero sientes que todo te sobrepasa, entonces no dudes en buscar ayuda siempre que la necesites. Es posible que otros no sepan que la necesitas, pero estarán dispuestos a ayudarte si lo pides.
Busca ayuda profesional
Es importante que muchos padres que están pasando por el duelo busquen ayuda profesional para enfrentar la pérdida. No intentes superar la pérdida de un hijo solo. Tienes que darle a tu familia la oportunidad de superar la pérdida más difícil y dolorosa que se pueda enfrentar. La pérdida de un hijo es lo que más duele en este mundo.
Tanto en la muerte súbita como en la muerte anticipada, hay dolor. Sin embargo, aunque el dolor no es mayor en la muerte súbita, la capacidad para sobrellevarla disminuye. La pérdida es tan perturbadora que la recuperación casi siempre es complicada. Un profesional puede ayudarte a encontrar habilidades de afrontamiento viables que te ayudarán en los días, semanas y meses venideros.
Si bien es muy importante obtener ayuda para atenderlo durante el shock inicial de la pérdida, también es imprescindible que se continúe con la terapia un tiempo. Necesitarás ayuda con cualquier problema imprevisto que pueda causar la pérdida o el dolor que sientas más acentuado en ciertos días.
Los problemas más grandes surgen cuando un ser querido no quiere seguir viviendo sin el niño que murió, como un hermano u otro miembro de la familia. Es muy importante tener la ayuda de un buen profesional en estas situaciones.
Pide ayuda siempre, tanto a tus allegados como a un psicólogoMantén las rutinas, por mucho que duela
Esto incluye las rutinas diarias de preparación para la escuela y el trabajo, cenar juntos y tener noches familiares. También incluye volver a realizar pasatiempos e intereses personales. Por ejemplo, si tu hijo adolescente forma parte del equipo de baloncesto, debería volver a los entrenamientos. Si las rutinas deben cambiarse porque el hijo ya no está, reconoce con el resto de la familia que el cambio es necesario y cambiadlo.
Escribir un diario
Escribir un diario para plasmar en palabras escritas o en dibujos los sentimientos es una buena idea para cuando llegan sentimientos deprimidos. A menudo ayuda a expresar el dolor a través de la palabra escrita o dibujando. Cuando una persona afligida tiene una salida como esta, puede ayudarle a comprender lo que siente y así se sentirá mejor de forma progresiva.
En familia
Seguid disfrutando de ser una familia unida, recordadle pero que siga formando parte de vosotros, puesto que seguirá en vuestros corazones para siempre. Crea una tradición familiar que os ayude a recordar los buenos momentos juntos.
