Quizá te hayas sentido culpable alguna vez por decir que "no" a alguien, posiblemente por el sentimiento que te produce el pesar qué pensará de ti. Piensa que cuando dices que "No" a otra persona te estás diciendo "sí" a ti mismo, a tus necesidades emocionales, a tus deseos, a tus sueños e incluso a tu seguridad física y emocional.
La práctica es sabia y actuar sobre ella es lo que te ayudará a que las cosas en tu vida se vuelvan diferentes. Es posible que haya oído decir: "A veces, decir 'no' a otra persona dice 'sí' a usted mismo", a sus necesidades emocionales, a sus deseos, a sus sueños o incluso a su seguridad. Pero saber que la práctica es sabia y actuar sobre ella son cosas completamente diferentes. Cuando tienes "la enfermedad para complacer", la preocupación por decepcionar a los demás o por parecer egoísta al defender tus límites personales puede parecer poco atractivo para ti.
Afortunadamente, no tienes que actuar o sentirte mal cuando debas rechazar una solicitud o invitación. Si tiendes a comprometerte en exceso, y con demasiada frecuencia cuando tu voz interior sugiere lo contrario, considera las siguientes estrategias para tenerlas en mente a partir de ahora. Puedes ser amable, generoso y defender tus límites al mismo tiempo.
Decir "NO" salva relaciones
Quizá creas que herirás los sentimientos de otra persona, que evitarás el resentimiento que puede destruir relaciones. La realidad es que cuando nuestra gente hace cosas con las que no estamos de acuerdo, pero no lo decimos, esos problemas se acumulan con el tiempo. Si los problemas continúan ocurriendo pero nunca se abordan, en última instancia, nuestro dolor y la ira se convierten en resentimiento. Establecer límites claros y saludables es lo que toda relación necesita para prosperar.
La analogía de la máscara de oxígeno en un avión
Cuando estás en un avión, te indican que te pongas tu propia máscara de oxígeno antes de ayudar a otras personas. Eso debería aplicarse también al autocuidado. No puedes ayudar, apoyar o permanecer presente con otros tan plenamente si tu propio tanque emocional se está agotando.
El hecho de que te preocupes en decir que no sin parecer mezquino demuestra que eres una persona cariñosa. Tenlo en cuenta y céntrate en la compasión por ti mismo y por aquellos que se preocupan por ti, porque realmente, las personas que se preocupan por ti quieren lo mejor para tu persona aunque digas que "no".
Los límites no son un rechazo de otra persona, sino un acto compasivo de pensar por ti mismo. De este modo serás mucho más amable y te sentirás bien por respetar tus propios límites, deseos y necesidades, en lugar de decir que "sí" para evitar un problema.
Proporciona una alternativa con la que te sientas cómodo
La palabra "no" no tiene que terminar la conversación o descartar las partes que estás buscando. Al proporcionar una alternativa, puedes proteger tus propias necesidades y deseos sin rechazar a la otra persona. Por ejemplo, si alguien te invita a una fiesta, la ansiedad social lo hace todo menos atractivo para ti, por ejemplo, puedes decir: "No iré a la fiesta, pero me encantaría verte en otro momento. ¿Qué te parece? ¿Almuerzo el próximo martes?"
Si te ayuda a mantenerte seguro, miente
Una excepción a la guía de honestidad tiene que ver con tu seguridad personal. Si alguien te da miedo, confía en tu instinto. La intuición siempre es correcta en al menos dos formas importantes. Siempre es en respuesta a algo. Siempre es lo mejor para ti. Si alguien te pide sentarse a tu lado en un café y no te sientes cómodo, dile lo que quieras para mantener los límites claros, aunque sea una mentira, como que estás esperando a alguien.
Di frases "yo siento"
Mantener tu concentración en tus necesidades y sentimientos al rechazar una oferta puede ayudarte a minimizar cualquier sentimiento de culpa, las frases "yo siento" son las adecuadas en todo caso.
En lugar de decir, "No, no quiero ir contigo porque siempre tardas mucho en prepararte, y luego me quedo estancada esperándote la mayor parte de la noche", es suficiente para decir: "No, gracias , No quiero ir". Si la persona busca una explicación más profunda, concéntrate en tus sentimientos en lugar de en la logística, diciendo algo como: "A menudo me siento impaciente o incómodo cuando asistimos a esos eventos, por lo que preferiría hacer otra cosa".
Considera la situación a la inversa
Digamos que no quieres asistir a una reunión porque es tu única noche libre en toda la semana y realmente podría dormir más. Ahora imagina que estás organizando la reunión. Invitas a una amiga que asiste, solo para descubrir que ella se mostró estresada y agotada y solo asistió por tu bien. Podría estar agradecido de que ella haya hecho el esfuerzo, pero también se preocupas por el bienestar de tu amiga.
Sentirse culpable ante la perspectiva de decir "no" a menudo se deriva de la suposición de que lastimará a la otra persona y se tomarán represalias. Tal vez tu solicitante esté momentáneamente decepcionado, pero entienda y luego obtenga ayuda en otro lugar.
Los "No" más fuertes invitan a los "Sí" más fuertes
El adagio realmente es cierto. Cada vez que dices "no" a una persona u oportunidad, inevitablemente dices "sí" a otra cosa. Nadie puede estar en dos lugares o hacer todo a la vez.
La felicidad proviene de vivir como lo necesitas, como quieres realmente. Como tu voz interior te indica... como tu instinto te permite suponer que debe ser mejor para ti, siempre y cuando le hagas caso. La felicidad proviene de ser quien realmente eres en lugar de lo que crees que se supone que debes ser.
En ocasiones, puedes tener una sensación de impotencia que sucede si te sientes obligado a decir que "sí" cuando no quieres hacerlo... Sobre todo si es hacia todo lo que los demás te piden. Esto puede causar depresión, por lo que es mejor decir que "NO" siempre que lo creas conveniente para salvaguardar tu bienestar... merece la pena.