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PSICOFÁRMACOS

Cómo dejar de tomar antidepresivos

Cómo dejar de tomar antidepresivos
Cristina Pardo Torres
Última actualización: 4 Abril 2018
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La terapia farmacológica de la depresión no puede ni debe durar siempre, por eso hay que ir poco a poco reduciendo la dosis de antidepresivos.

Un antidepresivo es un medicamento recetado por un medico especialista, destinado a combatir la depresión y reducir los síntomas procedentes de los trastornos del ánimo. En algunas ocasiones también son usados fuera de este ámbito.

A día de hoy existen tres tipos de antidepresivos, aunque todos destinados a lo mismo. Los dividimos en cuatro tipos teniendo en cuenta la edad del paciente, su sintomatología, su estado de salud, los posibles efectos secundarios de los fármacos, la toma de otro tipo de medicamentos, si está en periodo de lactancia o embarazo, etc.

Tipo 1: Inhibidores Selectivos de la Receptación de la Serotonina o ISRS: Son los que menos efectos secundarios producen, normalmente se suele empezar el tratamiento con este tipo. Algunos de ellos son: la fluoxetina, el cilatopram, la sertralina y la paroxetina.

Tipo 2: Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina y la Noradrenalina o ISRN: Este tipo suele ser el más rápido en hacer efecto. Algunos de ellos son: la venlafaxina y la duloxetina.

Tipo 3: Antidepresivos tricíclicos y tetracíclico: Antiguamente era el tipo de antidepresivos más recetado, en la actualidad se ha reducido mucho su uso porque puede resultar adictivo y peligroso, ya que actúa de una forma poco precisa en el organismo y difícil de controlar.

Tipo 4: Inhibidores de la monoamino oxidasa o IMAOS: En algunos casos los efectos secundarios y la sintomatología que precede a su consumo son de alta intensidad; sobre todo en el primer subtipo; posteriormente se crearon otros con un nivel más bajo.

Para superar la depresión sin fármacos necesitamos acudir a psicoterapiaPara superar la depresión sin fármacos necesitamos acudir a psicoterapia

¿Cómo puedo reducir o suspender la dosis de antidepresivos?

Retirar de manera repentina el consumo de fármacos antidepresivos puede ser muy peligroso para la salud, especialmente para las personas mayores y los niños. En algunos casos esta retirada es la mejor opción, pero antes de llevarla a cabo hay que tener en cuenta que si la realizas de una forma brusca y repentina aumenta tu riesgo de que:

- Reaparezcan con el tiempo los síntomas y con una intensidad mayor.

- Se tengan pensamientos suicidas y actitudes autolesivas.

- Aparezcan síntomas de abstinencia.

Para ello, desde Bekia le aconsejamos que si ha decidido suspender totalmente el consumo de antidepresivos o disminuir su dosis, siga una serie de recomendaciones, las cuales nombraremos a continuación:

1. Infórmate sobre el tipo de antidepresivo que tomas: Es importante que sepas como funciona, a que afecta, como te ayuda en tu situación, los posibles efectos secundarios, la duración necesaria del consumo de este, etc. Sabiendo esto podrás valorar de una forma más positiva, beneficiosa y segura, si dejar el medicamentos es la mejor opción en tu caso.

2. Acude a un especialista: La suspensión de este tipo de medicamentos puede causar abstinencias graves y problemas en la salud, por ello es recomendable que antes de tomar cualquier decisión por tu cuenta, acudas a un especialista, como por ejemplo psiquiatra y psicólogo. Este valorará tu caso y te propondrá la mejor manera de llevarlo a cabo de forma segura, si lo viera necesario.

3. Pregúntale a tu especialista y expón tus ideas respecto al tema: Para que entienda mejor tu situación puedes llevar apuntadas en un papel las razones por las cuales crees que deberías suspender la toma o disminuir la dosis. Además si tienes dudas pregúntale sobre ellas, como por ejemplo: Si puedes o no disminuir la dosis paulatinamente, partiendo las pastillas en dos, si puedes realizar la toma en días alternos, es decir, un día sí y uno no, etc.

4. Plantéale un cambio de antidepresivo: Si aun así sientes que el medicamento recetado no te ayuda o no te hace bien, coméntale la posibilidad de cambiar a otro tipo de antidepresivo, otro tratamiento, etc.

5. Sigue las indicaciones de tu medico: Si este valora que la suspensión o la disminución de la dosis es lo recomendable, sigue minuciosamente sus indicaciones, ya que tan solo una pequeña desviación de estas, puede causar un problema muy grave para tu salud.

6. Lleva una vida saludable: Mientras realices el proceso de suspensión es importante que te cuides, para ello: realiza ejercicio diariamente, come saludable y equilibrado bebé agua, duerme las horas recomendadas diariamente, no consumas alimentos con un alto nivel de cafeína, no tomes alcohol, etc.

Existen diferentes tipos de antidepresivosExisten diferentes tipos de antidepresivos

7. Ten en cuenta los síntomas de abstinencia: Tras dejar este tipo de fármacos es muy común presentar síntomas de abstinencia, incluso a las pocas horas de la última toma. Estos síntomas pueden permanecer una o dos semanas en los casos más leves e incrementarse dicho tiempo en los más graves.

8. Acude a las revisiones: Haz que tu medico te revise a menudo, explícale como te vas sintiendo, los cambios que la disminución de medicamentos causa en ti, si los síntomas de la depresión o del trastorno del estado de ánimo reaparecen, si te sientes animado o cansado, si presentas síntomas de abstinencia y cuales, etc.

9. Plantéate probar la psicoterapia: La terapia de conversación o psicoterapia es buena para casos de depresión, problemas en el estado de ánimo y problemas emocionales; ya sea por si sola o sumada al consumo de medicamentos.

¿Cuáles son los síntomas de abstinencia por la retirada de este tipo de fármacos?

Los síntomas de abstinencia que puede presentar una persona cuando decide dejar de consumir antidepresivos son muy variados, dependen de la persona, de la manera de dejar el medicamento, de su estado de salud, su forma de ser, etc. También puede variar su duración e intensidad. Estos síntomas se dividen en dos grupos, síntomas físicos y síntomas psicológicos, dependiendo del lugar de su afección. Algunos de los más comunes si nos referimos a síntomas físicos son:

- Mareos y dolores de cabeza.

- Espasmos musculares o temblores.

- Diarrea o nauseas.

- Problemas para ir al baño y flatulencias.

- Agitación física y falta de descanso.

- Sensaciones con cierta similitud a estar padeciendo una gripe.

Algunos de los más comunes si nos referimos a síntomas psicológicos son:

- Depresión, ansiedad o agitación emocional y mental.

- Cambios bruscos en el estado de ánimo, o muy feliz o muy triste, oscilando entre ambos y cambiando rápidamente.

- Dificultad a la hora de concentrarse y problemas de memoria.

- Mayor irritabilidad.

- Cambios de peso muy marcados, causados por una perdida o un aumento del apetito.

- Confusión, fatiga o malestar psicológico.

- Trastornos en el habito del sueño, como puede ser el insomnio o la hipersomnia.

- Sentimientos de estar viviendo en una irrealidad.

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