Es difícil abarcar el tema del suicidio, así como entender las razones de la persona para pensar en él e incluso para llevarlo a cabo. Por esta razón, en muchas ocasiones los familiares no saben cómo deben actuar o como pueden ayudar a un ser querido que se ha intentado suicidar. Por ello, desde Bekia os dejamos una serie de puntos o consejos claves en estos casos:
1. Refuerza la compañía:
No solo por el hecho de evitar que vuelva a intentar suicidarse, si no para que se sienta acompañado, que no está solo, que estas a su lado, le apoyas, le quieres, etc. En estas ocasiones es de vital importancia que la persona sienta que es importante para otras, que es necesaria y que no es prescindible.
2. Muéstrale tu apoyo:
Empatiza con la persona, no le recrimines su actitud ni su comportamiento. En vez de eso, ponte en su lugar, hazle ver que le entiendes, que no compartes sus ideas pero que no le culpas, que estas para apoyarle y para ayudarle a superarlo.
3. Sé positivo:
Cuando hables con el hazlo de forma positiva, evitando frases negativas o aspectos dolorosos para ella. De esta forma ayudaras a que vea el lado positivo de la vida y que merece la pena seguir luchando, en vez de rendirse.
4. Escucha lo que tenga que decir:
Se su punto de apoyo, escucha lo que tenga que decirte, que te explique cómo se siente, a lo que tiene miedo, sus preocupaciones, etc. Tan importante es que le escuches como que aceptes los que te dice y le ayudes a través de ello.
5. Preocúpate por él:
Tras el intento de suicidio es importante que estes pendiente de su bienestar, de su comodidad, de que este bien, el lo notará y se sentirá mejor.
6. No le acribilles a preguntas:
Deja que sea el que te cuente las cosas cuando sienta que está preparado.
7. No cuente a nadie lo sucedido:
Un intento de suicidio es un tema muy serio e intimo, por lo que debes dejar que sea la persona afectada la que decida como, cuando y a quien decide contarle lo sucedido.
8. Pasa tiempo con él:
Haz que se entretenga y desconecte de sus problemas, cuéntale anécdota, ver una peli, salir a pasear, etc.
9. Quita de su alcance todo aquello que pueda usar para hacerse daño:
Es importante quitar las posibles tentaciones y proporcionar un espacio y un entorno seguros.
10. Conoce los motivos que le han impulsado a ello
Es importante que para adecuar los cuidados sepas que situación le ha llevado a intentar suicidarse.
11. Estate pendiente de su actitud, de su comportamiento, etc.
Ya que días antes de llevarlo a cabo, incluso semanas, muestra síntomas parecidos a la depresión y de esta forma podremos saber si puede correr el riesgo de que quiera volver a internarlo.
12. Proporciónale la ayuda psicológica necesaria:
Tras el intento de suicidio acude con él a especialistas, tanto psicólogos como psiquiatras, ellos sabrán como actuar ante la situación y tomaran las medidas oportunas para su caso, además ellos te aconsejaran de forma más individual y personalizada de cómo puedes ayudar a la persona.
13. Grupos de apoyo:
Si es necesario, puedes aconsejarle ir a un grupo de apoyo o a grupos de terapia con los que pueda relacionarse con personas que pasen o hayan pasado por lo mismo, haciéndole ver de esta manera que puede salir y que tiene a gente que la entiende y apoya.
¿Por qué una persona puede pensar en suicidarse?
Para que una persona llegue al punto de realizar un intento de suicidio tienen que darse unas situaciones muy extremas en su vida, tales que dicha persona no sepa cómo afrontarlas, se vea incapaz de superarlas y crea que la única salida es la muerte.
En la mayoría de los casos es un conjunto de situaciones negativas las que impulsan al suicidio, no obstante hay ocasiones que es tan solo la presión de un único problema la que lo provoca. Es imposible decir cuáles son los que hacen que una persona piense en suicidarse ya que a cada persona le afectan cosas diferente y con niveles diferentes, pero aquí os dejamos los más comunes según varios estudios:
- Sufrir una pérdida importante, ya sea por un ser querido, un bien muy preciado, etc.
- Problemas económicos graves, con mucha dificultad para llevar la vida deseada.
- Un abuso físico o sexual, haciendo muy difícil a la persona llevar una vida normal, confiar en la gente, sentirse a gusto consigo misma, etc.
- Divorcio o fin de una relación sentimental muy importante para la persona.
- Problemas con la justicia.
- Enfermedades graves como por ejemplo cáncer, parálisis cerebral, amnesia, etc; o a nivel psicológico como puede ser: depresión , trastorno de la alimentación, esquizofrenia, etc.
En resumen, un cambio muy grande en la vida de la persona, cambio que conlleve una situación completamente desconocida, un alto nivel de frustración, situaciones muy estresantes a nivel psicológico, sin saber cómo abordarlas o salir de ellas, etc.
¿Es posible saber si la persona tiene pensado suicidarse?
En pocas ocasiones la decisión de suicidarse no es premeditada, generalmente la persona siempre planea y tienen pensamientos suicidas mucho antes de llevarlos a cabo. Por esta razón se puede llegar a intuir con días de antelación, solo hay que estar pendiente del comportamiento de la persona, observar cómo actúa, escuchar lo que dice, como se siente, etc; para poder detectar las señales y los signos de advertencia que muestra. Entre los más comunes podemos encontrar:
- Sensación de depresión o tristeza profunda: La persona se muestra mucho más triste, apática, con síntomas muy parecidos a una depresión, sin ganas de hacer cosas que antes le parecían divertidas o le causaban algún tipo de placer, etc.
- Abandono físico: La persona deja de cuidarse a nivel físico, tanto a nivel de alimentación y ejercicio, como a la hora de vestir, de arreglarse para salir a la calle, etc.
- Comportamiento temerario, realizando actividades y teniendo actitudes peligrosas que ponen en riesgo su vida, sin miedo a que le ocurra algo y sin miedo a morir.
- Hablar constantemente de despedirse, regalar objetos preciados, hablar de la muerte, distanciarse de las personas cercanas, etc.
- Cambio en su comportamiento, en su forma de actuar, de ver las cosas, de sus ideales o principios, de relacionarse con la gente, etc.
- Autolesionarse, es decir, infringirse dolor a sí mismo.
- Pérdida del apetito y alteraciones en los ciclos de sueño, falta de energía, cansancio generalizado, ansiedad, estrés, etc.
Cabe destacar que no siempre estas actitudes acaban en suicidio, son tan solo algunas de las señales que puede llegar a presentar una persona cuando tiene pensado quitarse la vida. Por ello es importante detectarlas a tiempo y acudir a un especialista que pueda ofrecerle la ayuda necesaria.