Cada persona es consciente de que su estado de ánimo puede repercutir en las acciones que van desarrollando en su día a día, para bien o para mal. Es necesario saber diferenciar las situaiciones y evitar que el estado de ánimo, en el peor de los casos, afecte de manera negativa. Cuando una persona se encuentra de buen humor se toma las cosas de una manera diferente, más positiva y eso es lo que hay que conseguir en el día a día, ya que de nada sirve estar malhumorado porque hay que ser conscientes que esos problemas que provocan ese mal estar se solucionarán tarde o temprano, siempre y cuando nos enfrentemos a ellos o se enfrente la persona que los tenga.
El estado de ánimo es el humor bueno o malo que acompaña en el día a día y a cada hora. Se puede decir, que es un modo de vida, una manera de estar o permanecer. En muchas ocasiones, el estado de ánimo perdura durante un tiempo prolongado, entonces estamos hablando de un humor dominante que ya es el que caracteriza a la persona. Se ha de saber, que a pesar de que el estado de ánimo es una mezla de emocines se diferencia de ellas, ya que por ejemplo, el miedo, la sorpresa, son más intensos que un estado de ánimo. Este segundo sigue una actitud más lineal y equilibrada en el tiempo.
Los estados de ánimo puden variar, en función de horas, días o años, y a su vez, tienen determinada valencia o lo que es lo mismo se puede decir que se puede tener un buen estado de ánimo o mal estado de ánimo. Cuando este mal estado de ánimo se prolonga durante mucho tiempo es más que probable que se pueda padecer una depresión, lo que desemboca en un estado de ánimo deprimido. La eutimia, se considera el estado de ánimo normal.
Formas de subir el ánimo
Aunque haya temporadas en las que el ánimo esté por los suelos y la persona se encuentre en un estado ápatico constante, lo cierto es que esos malos hábitos de negatividad y de ver todo mal se pueden cambiar. Para ello, toma nota de los siguientes consejos para poder subir el ánimo a los demás o a uno mismo.
En primer lugar, hay que evitar a toda costa un aislamiento social. En el caso de que se produzca dicho aislamiento, hay que entender que de esta manera solo se conseguirá empeorar la situación. Cuando una persona se encuentra con un estado de ánimo bajo, tiende a adoptar una actitud pasiva y desganada.
Si en lugar de tener la iniciativa de realizar cualquier tipo de actividad que eviten dicho aislamiento se opta por no salir de casa, ese simple acto hace que perpetuemos dinámicas de comportamiento, que son las que alimentan el estado emocional. Por lo tanto, ante esta situación lo que hay que hacer es hacer actividades que siempre han gustado a la persona que esté con estado de ánimo bajo. Por ejemplo, ir de compras, al cine, quedar con los amigos entre otros.
Otro de los consejos, por muy tópico que parezca es el de dormir y comer bien. Mientras se mantenga un buen estado de salud, todo irá a mejor, ya que el cuerpo no se sentirá del todo cansado como cuando una persona sufre un bajón anímico. Dormir las horas adecuadas también tendrá su repercusión positiva en el ánimo. Tan solo hay que observar cuando no se duerme bien, al día siguiente por regla general no se tiene muy buen humor y no se rinde igual.
Del mismo modo, hacer ejercicio hará que el estado de ánimo cambie para bien. Esto se debe a que la practicar deporte se libera la hormona de la felicidad, llamada serotonina que hace que el estado de ánimo se regule. Por lo tanto, praticar deporte diariamente ayuda de manera considerable a mantener un buen estado de ánimo de manera regular.
También se debe hacer en la medida de lo posible, un cambio de hábitos. Para este punto la persona que quiera cambiar su estado de ánimo debe tener la suficiente fuerza voluntad y ser consciente de que un mal hábito se debe sustituir por uno bueno para así mejorar prgresivamente. Una de las mejores maneras de cambiar para bien el estado de ánimo es poniendo objetivos diarios, semanales y mensuales. De esta manera se convierte en una carrera de fondo el llegar a estar bien de manera regular. La motivación, en este caso jugará un papel fundamental y será el que inicie el verdadero cambio.
Último recurso para mejorar el ánimo
En el caso de que no se mejore el ánimo, lo mejor es acudir a un profesional para poder solventar el problema de raíz. En muchas ocasiones, el ser humano necesita ciertas pautas para poder ver los problemas con posibles soluciones. La mejor opción es la de asistir a un psicólogo para poder redirigir ese estado de ánimo. El trato personalizado de un profesional hará que los problemas se vayan yendo poco a poco y que la persona que padezca ese mal estado de ánimo mejore.