Conducir es un placer para muchos, pero como todo, no a todas las personas les encanta estar al volante, aunque en ocasiones se convierte en una necesidad. Cuanto más conduces, más natural se vuelve para ti, pero quizá no tengas la necesidad de coger el coche cada día y cuando tienes que conducir te pones nervioso. No te preocupes porque es algo normal que ocurre en muchas ocasiones.
El estrés puede desempeñar un papel perjudicial en nuestras vidas, incluso mientras conducimos. Al conducir estresado, pueden surgir emociones fuertes como la preocupación, la ira y la desesperación y causar reacciones ilógicas que te ponen a ti y a cualquier persona que vaya contigo en el coche, en riesgo. Para evitar el estrés al conducir, aquí hay algunos consejos para reducir la ansiedad al volante.
Respira hondo
Si te sientes estresado mientras conduces, respira profundamente. La respiración diafragmática con inhalación y exhalación puede ser una técnica de relajación poderosa para calmar la mente y el cuerpo. Respira profundamente por la nariz, asegurándote de que el diafragma pueda inflarse con mucho aire, lo que ayuda a que los pulmones se estiren.
Realiza esta técnica de respiración de 5 a 10 veces seguidas para relajarte y reducir la ansiedad. También puedes crear tu propia mezcla de meditación llena de sonidos relajantes y ejercicios de respiración que puedes tener en el coche en cualquier momento cuando te sientas abrumado.
Ajusta la posición al volante
Simplemente ajustar tu posición en el coche y mantener tu cuerpo relajado puede ayudar a limitar el estrés. Si te encuentras agarrando el volante con demasiada fuerza, afloja las manos y los dedos. Si estás encorvado sobre el volante, intenta inclinarte hacia atrás o ajustar el asiento del automóvil para sentirte más cómodo. Mueve los hombros hacia arriba y hacia abajo y mantén la mandíbula abierta. Cuando te detengas en un semáforo en rojo, estira los brazos en el aire para revivir cualquier posible tensión muscular.
Escucha música
A veces, cuando conduces con estrés, un poco de música puede ser muy útil. Se sabe que escuchar música eleva tu estado de ánimo, disminuye el estrés y calma el cuerpo. Por lo tanto, enciende la radio o escucha tu lista de reproducción favorita para relajarte.
Deja un espacio extra entre coches
Si te sientes estresado mientras conduces, deja un espacio adicional entre tu coche y el de otros conductores a tu alrededor. Esto te ayudará a aliviar el miedo a colisionar y podrás estar más preparado en caso de tener que reaccionar ante un evento inesperado como un frenazo con el coche de delante.
Si estás en la carretera, deja espacio para sentirse más seguro entre coches. Si conduces de noche o con mal tiempo, aumenta la cantidad de espacio para tener más tiempo para detenerte en caso de que sea necesario.
Permitir tiempo extra
Si te sientes estresado antes de conducir, permítete un tiempo extra para viajar. Si viajas a un nuevo destino, date un tiempo extra en caso de que te pierdas. Intenta planificar la ruta de antemano para evitar retrasos en el tráfico o la construcción.
Detente en caso de que lo necesites
Por último, si conduces con estrés y te sientes realmente mal, aléjate cuando sea seguro hacerlo. Lo más probable es que el estrés afecte a tus habilidades de conducción, por lo que es mejor relajarse con precaución y tomar un descanso para calmarse. Las emociones negativas pueden ser una distracción al conducir. Si te detienes, puedes darte la oportunidad de despejarte y recuperarte física y mentalmente.
Cuando menos te lo esperes, te darás cuenta de que conducir es más fácil de lo que parece, siempre y cuando pongas tus cinco sentidos en la carretera. Siempre hay que estar pendiente de lo que uno hace al volante, pero sobre todo, tener los sentidos puestos en los demás conductores que te acompañan en la carretera.