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¿Demasiado optimista? No, gracias. Sí, seguro que tú también pensabas que ser optimista en la vida es fundamental. Pero una cosa es tener una visión positiva del mundo y otra muy distinta es tener una visión distorsionada de la realidad o llevarse al autoengaño. Hoy hablaremos de algo que ha traspasado la delgada línea del optimismo positivo y esa visión de falsa felicidad que puede llevarte a la desilusión, el optimismo exagerado.
Si tú también quieres saber qué es exactamente eso del optimismo exagerado, sigue leyendo el artículo y presta mucha atención.
El optimismo exagerado puede llevar a la desilusión por la falsa felicidadExceso de optimismo
Comenzaremos por aclarar qué es exactamente el optimismo y el pesimismo. El optimismo es la creencia generalizada de que tenemos los medios para solventar nuestros problemas, sean los que sean. Una persona optimista piensa que las cosas van a salir bien, esto conlleva a que la persona realice las cosas con ánimo. El pesimismo, por el contrario, es la creencia de que no tenemos a nuestro alcance los medios para solventar los problemas que acaecen. Una persona pesimista piensa que las cosas saldrán mal hagas lo que hagas, esto conlleva a que la persona no intente realizar una acción porque 'no merece la pena esforzarse'.
Estas dos cuestiones son creencias, es decir, no corresponden a los hechos en sí, sino a la manera en la que afrontamos tales hechos. Esto quiere decir que no es automático que las personas optimistas lo sean porque les vaya bien en la vida, o que los pesimistas tengan esa visión porque sólo les ocurren desgracias. Un optimista, por ejemplo, si suspende un examen pensará que se debe a un error suyo que puede modificar. Un pesimista, si en las mismas circunstancias también suspende un examen, pensará que se debe a factores diversos y que no están en su mano modificarlos. Una persona con un exceso de optimismo si suspende un examen pensará que ya lo aprobará en algún momento, pero no tratará de buscar de dónde viene el problema, simplemente pensará que todo se solucionará y seguirá con su vida.
Una persona con un exceso de optimismo si suspende un examen pensará que ya lo aprobaráUn ejemplo, si eres amante de la serie americana 'Friends', seguro que recuerdas aquel ligue de Phoebe llamado Parker. Sí, el que salía en la octava temporada, concretamente, en el capítulo 18. Parker era un hombre caracterizado por ser un optimista nato, tanto que llegaba a molestar y parecer falso. A Parker todo le parecía fantásticamente genial, hasta la mínima nimiedad del piso de nuestra querida Phoebe, todo estaba realmente bien. Pues eso mismo es el optimismo exagerado, la negación de que existan cosas que no están bien en este mundo.
El optimismo exagerado puede hacernos ver distorsionada la realidad. No es algo positivo, al contrario puede abocar directamente al pesimismo. La infelicidad y el optimismo exagerado pueden llegar a ir de la mano.
El optimismo puede abocar directamente al pesimismoOptimismo exagerado en los jóvenes
El optimismo exagerado hace que te encierres en tus falsas creencias de que todo es positivo, cuando realmente no es así. Esta corriente cada vez está cogiendo más fuerza, sobre todo entre los más jóvenes.
El problema surge de las redes sociales. Estas te muestran el lado bello de la vida que, por una parte está muy bien, pero es una imagen idealizada, distorsionada de la realidad.
El optimismo exagerado se da, sobre todo, entre jóvenesLos adolescentes tienden a creer que esas vidas de felicidad plena que reflejan los influencers es la realidad. Que no hay un esfuerzo detrás, que las cosas se consiguen fácilmente, y que si siguen ese modelo de vida jamás estarán tristes. Un ejemplo de ello serían las típicas frases motivadoras que vemos fácilmente en tazas, cuadernos o cualquier objeto destinadas al público joven, esas del tipo 'tú puedes con todo'.
Estas creencias además de ser erróneas y confundir a los más jóvenes, también son perjudiciales. El optimismo exagerado termina llevando a una frustración importante. Esto se debe a que la psicología positiva encuentra el éxito en apelar al narcisismo y a la omnipotencia infantil del 'yo puedo con todo' que apelan a la importancia y al poder de cada uno. Cualquier persona adulta sabría que la vida no siempre te concede aquello que deseas, y que tendremos que ser realistas para saber dónde se encuentran nuestras metas.
El optimismo exagerado te puede llevar a que no veas realmente lo que hay detrás del 'decorado'. Pero si te quitas las 'gafas del optimismo pleno' podrás, sólo así, saber dónde estás o qué está pasando verdaderamente.
Los optimistas verdaderos ven los problemas como desafíosActitudes un optimista verdadero
Al optimista verdadero, a menudo, se le suele denominar realista. Aunque la palabra realista quizás no haya tenido connotaciones demasiado buenas, pues se piensa que es una persona que no tiene sueños ni creencias, es todo lo contrario. La persona realista es optimista, pero también sabe qué tiene que hacer para conseguir aquello que se proponga.
Por tanto, un optimista verdadero suele compartir tres actitudes: tienen un compromiso con una causa o tarea, tienen un fuerte sentido de control frente a las adversidades y ven los problemas como desafíos, es decir, como la oportunidad de demostrar que realmente están comprometidos con su ideal.
	
















