Muchas personas tienen miedo a los problemas de abandono porque fueron abandonados anteriormente en la vida de algún modo u otro. Pudo haber sido una relación anterior, pero es probable que la fuente del dolor sea en la infancia. El abandono en la infancia, por ejemplo, como tener un padre o ambos padres que no participan en la crianza en la niñez de una persona, puede causar problemas psicológicos profundos.
La clave es reconocer que existe el miedo al abandono. A continuación hay algunos consejos sobre cómo manejar su temor a los problemas de abandono para que pueda llevar relaciones más saludables y satisfactorias. Si sigues estos consejos podrás darte cuenta de que vales mucho, de que lo que te pasó en tu infancia no debe condicionarte y de que tú, eres digno/a de amor.
Reconoce que eres digno de tener amor
La batalla emocional subyacente con casi todos los que tienen miedo al abandono es su sentimiento de que no son dignos de tener o disfrutar del amor. El temor al abandono probablemente se deba al abandono que ocurrió en algún momento durante la infancia y esto le haya causado una secuela psicológica bastante profunda.
Es posible que alguien a quien estaban apegados les abandonó por la razón que sea y después sintieron de que no tenían todo el amor que merecían. Los niños piensan que si una persona les ama no les abandonaría y que por tanto, no fueron amados porque fueron abandonados. Aunque es probable que esto no sea cierto, la mente de un niño funciona así.
Los niños comienzan a cuestionarse si es que tenían algún fallo en su persona que hiciera que no les quisieran. Estos pensamientos pueden echar raíces y llegar a la adultez. El resultado es un adulto que todavía siente que hay algo en ellos que los hace indignos de ser amados. A menudo creen (inconscientemente) que en una relación necesitan controlar las cosas para que la persona no las abandone. Tratarán de controlar sus relaciones y las de los demás en función de su miedo al abandono. Por eso el primer paso es reconocer que SIEMPRE somos dignos de amor.
Acepta que eres digno de tener amor en tu vida
Todas las personas son dignas de amor si dan su amor a otros. No existe la persona perfecta pero todos queremos amar y sentirnos amados con nuestros defectos y nuestras virtudes. Tú también eres digno de tener amor.
Cuando encuentres una pareja, deberás recordarte que eres digno de ese amor y de la atención que recibes. Debe ser algo recíproco para que sea saludable. Cuida de la relación y permite que también te cuiden a ti. Pero no permitas que la otra persona domine tu identidad o que sea el centro de toda tu vida, porque entonces será una relación tóxica.
Debes ser emocionalmente autosuficiente
Tu identidad nunca debe estar vinculada únicamente a una relación de amistad o de pareja. Es parte de lo que eres pero no te define. Asegúrate de entender y aceptar estos pensamientos y saber que puedes estar bien si te estuvieras soltero/a o si ese amigo/a no fuese realmente un amigo y tuviera que salir de tu vida. No bases tu valía en formar parte de una relación, en cambio, eres digno porque eres TÚ y nadie más puede ser un mejor tú.
Llegar a ser autosuficiente emocionalmente puede no ser fácil si has sido emocionalmente dependiente en tus relaciones actuales o pasadas. La terapia puede ser útil si tienes dificultades para ser emocionalmente autosuficiente. Serlo desde el punto de vista emocional no ocurre al instante, así que sé amable contigo mismo en el proceso. Recuérdate una vez al día que eres responsable de tus emociones y que eres una persona individual aunque estés en una relación.
Recuérdate a ti mismo cuantas veces lo necesites, que el trabajo de otra persona no es hacerte sentir emocionalmente seguro. Tu seguridad emocional viene primero de ti. Toma posesión de tus emociones y sentimientos. Cuando el miedo comienza a emerger, aborda estos sentimientos en lugar de convertirlos en los comportamientos poco saludables como los celos, dar demasiado en la relación o preocuparse por los pensamientos de que tu pareja te abandone. Para ser emocionalmente autosuficiente tendrás que asumir la responsabilidad de tus emociones y hacerlo de forma saludable. No necesitas a una persona para hacerte sentir seguro/a. Debes lidiar con tus miedos y manejarlo para comprenderte.
Entiende tus miedos
¿Cuándo comenzó el miedo al abandono? ¿Qué pasó en tu vida que te hizo sentir de esta manera? ¿Tus miedos en ese momento estaban justificados? Preguntas como estas pueden ayudarte a comprender dónde y cuándo comenzó tu temor y cómo te están afectando actualmente.
Si comprendes dónde y cómo comenzaron, también puedes comenzar a comprender que no te están ayudando en este momento. En algunos casos, estos temores nunca pueden borrarse por completo, pero lidiar con ellos al descubrir la fuente y el desarrollo del miedo puede ayudarte a disipar el miedo cuando surja. Cuando sabes que la raíz de este miedo es la causa, el miedo ya no es útil en tu vida.
Puedes escribir un diario que te ayude a procesar estos miedos y emociones. Si no puedes hacerlo por ti mismo, entonces encuentra un terapeuta que te oriente a descubrir la raíz de tu problema.
Recuerda que tener miedo es ser humano. Puede que nunca elimines por completo tu miedo al abandono, pero puedes controlar tus reacciones ante el miedo.
Buscar una pareja no es la solución
Para lidiar con tu miedo al abandono, debes dejar de buscar a una pareja como su solución. Si tienes miedo a ser abandonado/a, no debe responsabilizarle para que te sientas seguro. Debes detener los comportamientos de control que se basan en el miedo y sentir la libertad de ser tú mismo, aceptando que puedes recibir amor.
De nuevo, vuelves a recordar la causa de esos miedos y cómo ya no son necesarios para tu salud emocional. De hecho, aferrarse a esos miedos solo te estorba. Deja marcharse a los sentimientos que te hagan pensar que no eres digno/a de amor. Comienza diciéndote a ti mismo que eres digno. La conversación con uno mismo puede ayudarte a restablecer nuevas formas de pensar cuando estos pensamientos de indignidad basados en el miedo entran en tu mente.